Hoy en día es una práctica común que los empleadores del sector tecnológico promocionen lujosos beneficios en sus esfuerzos de reclutamiento. Un Mac con las mejores especificaciones, pantallas enormes, bebidas gratuitas, aperitivos, servicios de lavandería, baristas en la empresa, etc. Lo que sea. Todo se ha hecho.

Como apoyo complementario a las personas que realizan un trabajo extraordinario, estas cosas pueden ser muy útiles. Pero cuando los beneficios se convierten en el foco principal de las discusiones de reclutamiento y retención, eso puede ser una señal de que está faltando el ambiente que los grandes talentos están buscando.

Los grandes talentos no buscan bocadillos gratis. Buscan un trabajo significativo, valores claramente definidos (y que coincidan), compañeros brillantes y un entorno en el que puedan hacer el mejor trabajo de sus vidas. Quieren funcionar al máximo nivel de rendimiento posible, sin distracciones ni fricciones.

El entorno adecuado reduce la fricción.

Aunque las ventajas pueden aliviar el nivel más alto de fricción, las fuentes más profundas de fricción son mucho más debilitantes. Cosas como los objetivos difusos, los valores y las directivas contradictorias, el hecho de tener que asumir la responsabilidad de los compañeros que no rinden bien y las políticas de distracción en la oficina. Ninguna cantidad de beneficios puede hacerlos tolerables. Además, si consigues un gran candidato, no es probable que lo retengas durante mucho tiempo en este tipo de entorno.

Encontrar grandes talentos es difícil. Y aunque muchas grandes empresas ofrecen ventajas impresionantes, no hay que confundir la causalidad. Ofrecer prebendas no es un atajo para atraer grandes talentos, es simplemente la punta del iceberg.